viernes, 2 de agosto de 2013

Sinergia y trabajo en equipo

Hay que reconocernos como parte de un todo para lograr relaciones saludables.

Una hormiga es sólo el comienzo, para que algo se empiece a concretar. Pero siempre hace falta que otras manos más se sumen, y que juntas trabajen, y que juntas formen cientos de manos, que se prestan ayuda; y crecen y crecen y nada las detiene.

Así comienza una de las canciones de la comedia musical El diluvio que viene.

Es un buen momento para citar uno de los cuadros principales de la pieza teatral en la que un sacerdote lucha, entre otras cosas, por salvar al pueblo de la tempestad; por el amor, por construir un arca donde podamos salvarnos de la peor de las tragedias. Una invitación a fortalecer las redes y poner en juego la resiliencia entre algunos, varios o todos los que sean posibles.

Eso es la sinergia, trabajar en equipo, reconocernos como parte de un todo donde, sin perder la individualidad, logremos comportarnos como equipo, grupo de trabajo o de amistad, de saludable y positiva convivencia.

¿Podemos llegar a reconocernos en este escenario? ¿Quién y cuánto somos en relación de nosotros y los otros? ¿Cuánto de nosotros postergamos por vivir de y para los demás?

Para que haya sinergia, es necesario que cada quien tome conciencia plena de sus más sinceros deseos, objetivos, virtudes, fortalezas. Sólo así sabremos qué y cómo ofrecer nuestro aporte al hormiguero.

¿Cuán "hormiga" de un todo podés llegar a sentirte para, dejando de lado el ego o la baja autoestima, sumarte a la aventura de ser parte de quienes se comprometen a ir en busca de lo mejor para sí y para sus compañeros?

Empecemos por casa.

Fuente: Eduardo Chaktoura, Revista La Nacion [+]

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